Situado al sur de la provincia de Huelva, en la confluencia de las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel, el encuentro entre las aguas dulces y saladas ha dado lugar a un complejo de marismas influenciadas por las mareas, conocido como las Marismas del Odiel.
La Reserva de la Biosfera de la Unesco y Paraje Natural de las Marismas del Odiel es un espacio natural situado en la desembocadura del río Odiel o ría de Huelva, en la provincia de Huelva (España). El sistema funciona como un estuario donde los cauces de ambos ríos depositan al desembocar gran cantidad de sedimentos cargados de nutrientes. Éstos son la principal base alimenticia de las aves que pueblan este espacio natural. A su vez, este aporte continuo de sedimentos y la fuerza de las mareas generan islas separadas por extensos brazos de agua como la Isla de Enmedio, la de Saltés y la de Bacuta localizadas al Sur del enclave. Este medio salino determina el predominio de especies vegetales resistentes a las altas concentraciones de sal, conocidas como plantas halófilas. En extensión es la segunda zona húmeda de la provincia detrás del Espacio Natural de Doñana. A su vez integra las cercanas Reserva Natural de las Marismas del Burro y la Reserva Natural de la Isla de Enmedio.
Estos humedales se originaron por los procesos sedimentarios procedentes de la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel junto a la dinámica de aportes del océano Atlántico, que fueron formando un amplio estuario, por lo que el paraje es una de las zonas mareales más importantes de Andalucía. Todo ello ha permitido que este estuario acoja sobre todo en invierno a una enorme concentración de aves como la mayor colonia de Europa de cría de espátulas (pues un 30% de ellas anida en este espacio), flamencos, anátidas, garzas reales, garzas imperiales,grullas, cigüeñas negras, lirón careto, rapaces como el águila pescadora y el aguilucho lagunero, etc.
En su interior se encuentra el Centro de Interpretación de la Calatilla, miradores de aves, senderos y áreas interpretativas y de descanso.
Para visitar el Paraje lo mejor es concertar una visita guiada en el Centro de la Calatilla donde tienen a personal muy preparado y super agradables que te harán recordar la visita durante mucho tiempo. Si te gustan los pájaros, no te lo puedes perder. Pero sí te interesa también cómo el hombre ijteracciona con el ambiente y se aprovecha de él también disfrutarás de la visita y de la explotación de las salinas, una actividad muy muy antigua en esta zona.
Antes de la visita Paco Morales, responsable del Centro y un enamorado de nuestro entorno, te explica condetalle los orígenes e historia del espacio natural y nos plantea cuestiones como la necesidad de proteger y difundir nuestra riqueza natural. Paco nos explicó por qué se les llama Flamencos a estas aves, por qué sus alas son de ese bonito color rosa y la importancia de un animalito minúsculo (crustáceo) la Artemia, que comen.
Aquí podéis ver en directo artemias en este vídeo:
Tuvimos la enorme suerte de ver a través de un telescopio profesional que traía Paco un águila pescadora posada en un poste. También fue impresionante ver de cerca la colonia de miles de flamencos que crían en la zona un poco alejada del sendero pero que pudimos apreciar con buenos prismáticos o con el zoom de la cámara reflex.
Realmente es una auténtica pasada tener tan cerca a los flamencos y verlos tomar el vuelo desplegando sus alas rosas. Un espectáculo maravilloso que permanecerá en tus retinas.
La visita se realiza casi siempre en un trenecito que nos lleva por las salinas, marismas y por el bosque que está próximo.
Personalmente creo que es fundamental que todos los que vivimos cerca de este paraje lo conozcamos porque para proteger algo primero hay que conocerlo, como dice Paco.
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