28 oct 2017

Rural Beja- Feria del alentejo portugués en su ciudad más "bella"


En nuestro empeño por conocer no sólo nuestro país sino también el país vecino de Portugal, que tantas maravillas encierra, este fin de semana cogimos nuestra autocaravana rumbo a Rural Beja, una feria de proporciones verdaderamente sorprendentes para una ciudad que no es demasiado grande pero que ciertamente atrae a miles de personas.




Aunque ya habías visitado Beja hacia años queríamos volver. Beja es un centro histórico fascinante, ubicado sobre la cima más alta de los llanos que rodean la región de Alentejo. La ciudad fue fundada por los romanos bajo el mandato de Julio César y más tarde fue una fortaleza morisca durante más de 400 años.
Había un sinfín de actividades enmarcadas dentro de exposiciones y concursos como el Salón del Caballo (Salão do Cavalo), Cata y presnetación de vinos (Vinipax), degustaciones y venta de quesos, aceite, etc (Natureza à Mesa), exposiciones agrarias (Entre o Sequeiro e o Regadio), espectáculos taurinos (Festa Brava), feria de Turismo y Artesanía (Artesanato), Exhibición y concurso de aves (Avibeja), Talleres y exhibiciones caninas (Canibeja) y una Feria de la Caza y Pesca. Yo no recuerdo una feria más completa.








Salón del caballo, con jacas espectaculares de este y del otro lado de la frontera










Vinipax, la feria degustación de vinos de todas partes:

   








Por haber había hasta camellos donde podías darte un paseo...













El castillo de Beja es un castillo de carácter medieval que fue construido a finales del siglo XIII sobre unos cimientos romanos por órdenes del rey D. Dinis. El castillo está dispuesto en planta pentagonal flanqueada por seis torres, entre ellas la Torre del Homenaje, considerada como una de las torres del homenaje más bellas de todo Portugal. Desde lo alto de esta impresionante torre de 42 metros de altura disfrutarás de unas magníficas vistas sobre la ciudad.


Vista de la torre del homenaje











La imponente torre de vigilancia, de mármol, es la más alta de Portugal.







Beja se encuentra en medio de vastos paisajes en los que destacan sus inmensas arboledas de olivos y alcornoques. Gracias a su riqueza arquitectónica y a su diversidad arqueológica, Beja es una tranquila ciudad cuyo corazón continúa latiendo a través de la historia.





































Es un castillo con muchos rincones con encanto desde la sala de la torre, las escaleras, las ventanas...













La increíble historia de Beja transpira todavía hoy en su arquitectura y por los pequeños callejones adoquinados que constituyen el trazado del centro histórico de la ciudad.




Muchos de sus edificios lucen el color blanco del estilo tradicional del Alentejo y están adornados con chimeneas moriscas y azulejos minuciosamente decorados.













No me pude resistir a llevarme este mensaje de amor en portugués sobre una pared :)










Tipicas fachadas de azulejos del Alentejo









Aquí se encuentra el museo de Jorge Vieira, un escultor luso muy reconocido




La pousada de Beja, similar a nuestros paradores en España, es un edificio monumental antiguo convento convertido en Hotel de lujo (qué cosas...) donde bien merece darse un paseo por sus estancias y tomarse un buen café portugués, al menos. Los deliciosos doces conventuais portugueses (“dulces del convento”) son originarios de Beja. Estos pasteles tradicionales se elaboraban en los conventos, donde las monjas y los monjes solían criar pollos. Los huevos que sobraban servían para elaborar pasteles y dulces de fácil preparación. Una de las especialidades locales es el pão de rala, un pastel elaborado a base de almendras y calabaza.





















La verdad es que lo pasamos en grande en esta feria y la recomiendo a todo aquel(la) de este lado que quiera disfrutar de los sabores, sonidos y tradiciones del país hermano.

Poresca